OTONIEL ALVARADO OYARCE
Homenaje al talento amazonense
El matrimonio Arturo Vargas y Martha Escobedo, el esposo del Yeso y ella de Gollón, lejanos terruños amazonenses, formaron su hogar en Leymebamba y procrearon cinco hijos varones, a quienes lamentablemente no conozco, solo brevemente a Frank, pero sé que son empeñosos emprendedores agropecuarios.
Uno de ellos es Edgar, de cuya descendencia proviene Ashley, cuya desgracia ocurrida tempranamente y en plena actividad inicial propia de su carrera, me obliga a expresar algunas palabras, dada la trascendencia y circunstancias del luctuoso suceso, pero sobre todo por tratarse de una chica muy talentosa cuando iniciaba una carrera a todas luces exitosa, cuyas cualidades merecen ser resaltadas cuantas veces sea.
En primer lugar, resalto que Ashley, aun siendo oriunda de un pueblo andino e hija de padres muy sencillos, pero micro emprendedores, supo destacar desde sus primeros años de estudios, tanto que su secundaria tuvo que terminarla y lo logró con honores en el COAR de Trujillo, con lo cual la chica demostraba talento, dedicación y firmes deseos de superación, cualidades que se dejan extrañar en los estudiantes de estos tiempos.
Con la garantía de su buena formación, intelectual y atlética, y con la firmeza de su vocación optó por una carrera de mucho riesgo, ser una piloto de combate, quizás para emular a Jorge Chávez O Abelardo Quiñones y volar “arriba siempre arriba hasta las estrellas”, siempre lista al llamado de su patria, por eso postuló y alcanzó el primer lugar en el ingreso a la FAP, manteniendo siempre el lugar de honor hasta concluir la formación de piloto, y por eso fue la alférez ESPADA DE HONOR de su promoción, no sé si será la primera, lo que si es cierto es un mérito que pocas mujeres alcanzan.
Seguro estoy que con estos atributos iba a llegar a niveles nunca alcanzados por mujeres aviadoras militares, pero su talento y su vocación fueron tan grandes que quiso acelerar la llegada. No dudo que hubiese puesto en alto el prestigio y honor de nuestra FAP y que no se hubiera cansado de recibir tantas condecoraciones y laureles con las que le hubiesen galardonado por sus éxitos continuados.
Triste situación contrapuesta, un pasado exitoso y un futuro venturoso frustrado, lamentablemente, nos apena sobremanera, porque personas como ella necesita nuestra patria tan deteriorada por corruptos e incapaces. Falta de talentos, de honrados, de gente que piense en el pueblo y en el país urge en nuestro Perú para revertir la situación de crisis que vivimos en los últimos años.
Por eso, en mi condición de ciudadano, de maestro y amazonense, mi invocación a los altos mandos de la FAP, en memoria de la valiosa Ashley, les pido aclarar, sin medias tintas ni posibles encubrimientos, el percance de su valioso efectivo, porque sus méritos así lo exigen, pues para los que somos legos en tecnología aérea nos quedan muchas dudas y suspicacias sobre las causas del fatídico (supuesto) accidente.
No basta con reconocimientos oficiales porque estos pronto pasarán al olvido. Creo que tanto la familia como la juventud talentosa estaremos atentos a las oportunas y convincentes explicaciones detalladas al respecto, porque la FAP tiene una deuda pendiente con los padres y con el país hasta cuando no se dé a conocer qué pasó realmente alrededor de esta prematura partida. Hasta siempre Ashley, que la luz de la estrella que iluminó tu viaje a la eternidad guíe con su luz el camino de tus coetáneos escolares, en especial de los de nuestro lejano y atrasado Amazonas, de tu natal Leymebamba, que tanto necesita de paradigmas como tú, que hasta con tu muerte tuviste el mérito de señalarles el camino a seguir.
O.A.O Julio 2025