OTONIEL ALVARADO OYARCE
Para los opositores, que hasta muerden su odio al aprismo, siempre que se refieren al Apra lo hacen solo para recordar los pésimos resultados de los años finales del primer gobierno de Alan García y soslayan que los dos primeros fueron bastante favorables. El rechazo, más que critica, se refiere sobre todo a la pobreza, la escasez y a la corrupción. Sin embargo, y sin ánimo de minimizar estos resultados que los expertos lo analizarán técnicamente con cifras reales, debemos decir que estos resultados ha sido producto más de factores políticos, internos y externos, en aplicación a políticas de gobierno relacionados con los principios programáticos del partido, antes que con la capacidad de gestión demostrada.
El énfasis ideológico aplicado por el gobierno del presidente García, tal vez debido a su juventud, a su sólida formación ideológica y a la urgencia de hacer el verdadero cambio social, después de tantos años de vetos y fraudes que impidieron hacerlo en su oportunidad.
Este antecedente y frente al deterioro sucesivo del país durante los últimos 20 años con los gobiernos de izquierda marxista, que han demostrado que una seria ideologización de los gobiernos aunado al clientelismo, la ineptitud y la corrupción, es lo que ha conllevado a la conclusión de algunos sectores conservadores que la política se haya degradado y que la ideología desde el gobierno es perniciosa. Tema muy discutible, por cierto, porque no todas las ideologías con iguales, ni malas o anacrónicas, porque el rumbo de nuestro país necesita de algún horizonte a largo plazo que lo la ideología.
Cinco razones que influyeron en el fracaso.
Desde la perspectiva de un lego en análisis político, estimo que cinco han sido las razones que han ocasionado dichos resultados, pero que, como es comprensible, a nadie le interesa escudriñar en el porqué de los hechos, porque andamos siempre preocupados en los factores económicos que nos conciernen día a día.
1.- Devaluación de gobierno anteriores
El gobierno recibió de sus antecesores un país con devaluación creciente, con inflación y falta de inversiones, además de una cuantiosa deuda externa, lo que ha incidido directamente en la economía de los más pobres.
Durante el gobierno militar fue muy notorio el armamentismo incesante, pensando en la peregrina idea de recuperar los territorios que antes de la guerra del pacífico fueron peruanos. Por otro lado, el fracaso de las reformas, muchas de ellas improvisadas o mal planeadas, donde se gastaron ingentes recursos y también la, supuestamente, oculta corrupción a pesar de tratar de camuflarlos como secreto militar.
La segunda gestión de Fernando Belaunde (1980-1985), en que por andar en divagaciones, falta de decisiones y discusiones teóricas sobre si los senderistas que ya mataban y ponían bombas eran “abigeos”, “guerrilleros”, “insurrectos” o enviados por los soviéticos, o los cubanos, años más tarde casi fuimos arrasados por esos criminales y a lo cual se añade la evidente corrupción, especialmente en el contrabando, todo lo cual generó una crisis económica galopante que hasta se vio obligado al cambio de la moneda del sol por el inti
2.- Terrorismo
Mucha información se ha producido sobre los cuantiosos daños ocasionados por sendero luminoso, grupo terrorista que más daño causó a los pobres campesinos antes que a los ricos y poderosos, a los que supuestamente debería haber enfrentado si fueran consecuente con su dogma comunista de lucha de clases, por el contrario, fue un acto de vandalismo insano e inhumano
. Solo se han contabilizado las pérdidas humanas, pero no se ha valorizado las pérdidas de decenas de miles de millones de dólares que se ha ocasionado a la producción y al erario nacional.
Tanto el gobierno militar como el de Belaunde minimizaron su accionar tildándolos como simples abigeos, solo que su ceguera política no les permitió diferenciar entre cabezas de reses y cabezas de peruanos pobres, que fueron asesinados. Fueron tan sanguinarios que durante el gobierno de Alan García dieron muerte con mucha saña a más de 1200 funcionarios, dirigentes y militantes del Apra.
3.- Reducción del pago de la deuda al FMI
Ante la crisis financiera internacional los presidentes de los principales países latinoamericanos con gobiernos afines acordaron reducir el pago de la deuda externa al FMI, acuerdo incumplido por la crisis petrolera durante el gobierno de Miguel La Madrid del PRI en México, la muerte prematura del joven y carismático presidente electo Tancredo Nevez de Brasil, la crisis de la Argentina con el presidente Raúl Alfonsín y la deserción de Carlos Andrés Pérez de Venezuela, por lo que tal acuerdo quedó en nada.
En el Perú el gobierno tomó la audaz decisión de pagar solo el 10 % de las exportaciones, lo que trajo como consecuencia la oposición cerrada a los créditos de la banca internacional por la declaratoria de país inelegible, venganza del FMI, creando consecuencias graves a la economía nacional.
4.- Deslealtad de los doce apóstoles
Consecuente con el postulado aprista de apertura a la inversión privada, sobre todo de la nacional, el gobierno confió en la lealtad de 12 de los inversionistas mas importantes para invertir sus capitales en de nuestro país, dentro de los cuales se encontraba precisamente el dueño del diario más poderoso e influyente del país, que no tuvo ningún reparo para disfrutar de los privilegios que el Estado ofrece en los dos gobiernos.
Posiblemente esta medida política tarjo beneficios al país, por ello la economía creció durante los dos primeros años, hecho reconocido por propios y extraños, aunque son ocultados deliberadamente. Pronto se comprobó que algunos de los beneficiados con el dólar MUC exportaban piedras o remitían grandes remesas al exterior, descapitalizando así a nuestro país; obviamente que sus nacionalismos era solo un canto de sirena.
Como consecuencia vino la debacle, a partir del setiembre negro, que ya es conocido y que duró hasta el final del gobierno, para regocijo de los opositores de ambos bandos.
5.- Estatización de la banca
Consecuencia de la traición de los doce apóstoles el presidente propuso como medida alternativa la estatización de la banca, medida apresurada probablemente, producto del ímpetu juvenil y de la reacción ante el comportamiento del empresariado peruano, propuesta que generó mucha oposición de propios y adversarios, el surgimiento de un líder emergente, después premio nobel, y el nacimiento de su partido y la muerte súbita del líder aprista el legendario Luis Felipe De las Casas por el ímpetu de su defensa en pleno debate en el Senado.
Estas, y posiblemente los grandes proyectos como el de irrigaciones, el tren eléctrico y los programas sociales como el PAIT y el Crédito Cero hayan condicionado también la crisis del primer gobierno, que felizmente fue ampliamente superado en el segundo gobierno, a pesar de la crisis financiera mundial del 2008, que a regañadientes muchos aplauden
No hay mal que por bien no venga.
Luego, del 2006 al 2011, Alan García volvió a gobernar con los resultados exitosos que tardíamente se reconoce, o exprofesamente se oculta. La experiencia acumulada permitió que se realice un gobierno con austeridad, responsabilidad, abierto a la inversión para realizar tantas obras de gran trascendencia y útiles para la población y como resultado se lograron altas tasas de crecimiento económico que permitió reducir la pobreza, la anemia y la desnutrición y crear millones de empleos formales.
Creo que sin más ambages se pasó de ser partido escuela a ser escuela de gobierno, del cual se puede aprender, sobre todo los que tienen aspiraciones de gobierno, pero eso es como pedir peras al olmo, creo.
A la luz de estos resultados y para salir de esta situación desastrosa del país, se puede colegir que para el éxito de la gestión de gobierno es necesario:
1.- Tener planteamiento ideológico o por lo menos un programa mínimo coherente que provenga y se ajusten a la realidad nacional y no solamente el nombre vacío de un partido con unos cuantos ineptos, ambiciosos e improvisados.
2.- Un candidato que demuestre liderazgo definido por su personalidad, su capacidad intelectual y el don de mando, tan necesarios para regir los destinos de una nación lleno de personajes ambiciosos, corruptos y corruptores.
3.- Rodearse de funcionarios capaces y tener una burocracia meritocrática, lejos de los partidarios ágrafos, corruptos y procesados, adeptos solo por conveniencia.
4.- Mística, moral y disciplina, porque el Estado no es botín de ingresos elevados, de puestos de trabajo, de contratos amañados, y tantas otras lacras que vemos ahora.
5.- El inversionista al no tiene bandera, no importa a quien sirva o apoye con tal de sacar pingües ganancias, entonces nada de complicidad con los empresarios, fueran del país que sean. Justicia y no impunidad, honradez y no corruptos.
OAO: 05-24
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